La presentación de Arirang Rhapsody fue
algo “mágico” para las personas que tuvieron la oportunidad de verlo, yo incluida. No existen palabras para describir la
excelente calidad del show (mucho menos
para esta escritora amateur que realmente no encuentra las palabras, los
adjetivos calificativos y superlativos para pormenorizar la extraordinaria
calidad del show y de los artistas coreanos que dieron vida a esta
presentación).
Noreum Machi (conjunto de música y danza
tradicional coreana: New Wave Korean Music Group) nos ofreció una magnífica
presentación del Samul-nori, que es una adaptación moderna del Pungmul-nori:
antiguo ritual de agricultores que tiene su origen en el chamanismo y el
animismo.
Los sonidos de percusión, el silbido de los
instrumentos de viento, el canto y el baile nos transportaron al pasado de una
cultura milenaria, cuando los agricultores estaban a merced total de las
condiciones del tiempo para sus cultivos; y por lo tanto, veneraban e invocaban
a la lluvia, las nubes, el viento y los truenos.
"En lo personal yo estaba completamente extasiada y feliz con la presentación de Noreum Machi. Puesto que todavía no se ha cumplido mi sueño de viajar a Corea, cualquier “encuentro cercano” con los aspectos importantes de la cultura coreana (esos que veo en dramas y despiertan en mi mucha curiosidad, o me hacen exclamar: ¡Quiero probar eso!, ¡quiero hacer aquello!, ¡quiero ver esto otro!) me llenan de mucha felicidad.Ja, ja, en realidad, me costó mucho trabajo mantenerme quieta. Mi cuerpo ansiaba bailar al son de la música y del repiqueteo de los tambores."
Por otro lado, Just Dance, un conjunto
mundial de danza formado principalmente por B-boys y bailarines aclamados y
condecorados en competencias mundiales, nos brindó una alucinante presentación
que trascendió los límites del tiempo y nacionalidad a través de la música, la
danza y las imágenes.
La fusión de los estilos de danza moderno y
contemporáneo, de las luces, el sonido y los movimientos gráficos nos
suspendieron en una especie de éter del pasado, presente y futuro combinados en
perfecta armonía.
A través de una mezcla de baile callejero
(hip hop, b-boying, popping and locking, breakdancing), jazz (bebop) y danza
coreana tradicional; los integrantes de Juste Dance interpretaron el
significado de Taegeuk (la bandera de la República de Corea), cuyo centro
representa la armonía entre el Yin (azul) y el Yan (rojo) y los cuatro
trigramas representan el sol, la luna, el cielo y la tierra.
Los cuatro trigramas simbolizan el universo
en el que todos los elementos existen en perfecta armonía. El círculo del Taegeuk simboliza los ideales
por la etnia y la unificación. El Yin y
el Yan del Taegeuk son las fuerzas que hacen posible la creación del
Universo. El equilibrio entre los
trigramas y el círculo de Taegeuk refleja el principio de igualdad del pueblo
coreano y su creatividad.
"En
fin, qué más puedo decir, salvo que gracias a toda la energía positiva que
recibí durante el taller de danza y las presentaciones de Arirang Rhapsody,
obtuve el impulso que necesitaba para retomar una de mis grandes pasiones que
tuve en el olvido por casi una década: La Danza.
Sí
señores, aunque no me lo crean ja, ja.
Y es
que, precisamente, eso es lo que logra un excelente arte: motivar, impulsar,
inspirar e influir en las personas. Sin
importar raza, sexo, nacionalidad, idioma, edad e idiosincrasias.
En lo
personal, yo no podré olvidar a Noreum Machi y a Just Dance (compuesto por integrantes
de diferentes grupos de danza de Corea tales como Funk in the Heart, Animation
Crew, Letz Dance Movement, Bopster scat, Chan Crew y Juste pour le Plaisir de
Danser)."
"Y mucho menos, podré olvidar al Director de Escenografía (Danny Choi), el Director de Audio (Seong Ho Goh) y al Director de Movimientos Gráficos (Eun Sang Lee) con los que tuve oportunidad de trabajar codo a codo como traductora durante las presentaciones. Para mí, ellos son la verdadera magia detrás del evento."
Siempre
les estaré agradecida porque entregaron toda su energía, porque dieron
absolutamente todo de sí para brindarnos una magnífica presentación a pesar del
choque cultural, del agotamiento físico y mental, y de las condiciones
desfavorables que encontraron en Panamá.
Siempre
recordaré las sonrisas, la alegría y el cariño con el que trataron a todos los nuevos
fans de Panamá.
~~ Por
Iraitiel
Ritter. Fuentes:
Korean Foundation. Fotografías: Eunice Ritter y Hanami Sohn.